Comentario a la serie de Netflix The End of de F***ing World, Season 1
Este texto incluye spoilers.
The End of the F***ing World nos propone un fin de mundo no pandémico. Allí no tienen Covid19 ni elecciones pendientes. Pero no hacen falta estas situaciones para que el mundo se nos acabe, para morir a lo que siempre conocimos.
Los humanos entramos a mundos distintos sin cambiar de planeta, cambios de circunstancias drásticos nos adentran a vivir cosas nuevas, deseadas, indeseadas, de bienestar o pequeños infiernos.
En el archipiélago de Puerto Rico se nos acabó el mundo con el paso del huracán María y construimos otro, un poco distinto, todavía estamos descifrando si mejor o peor. A escala global se nos acabó el mundo con la epidemia del Covid19. Ese post mundo todavía lo estamos construyendo y no todo el mundo vivirá para contarlo.
Los personajes protagónicos de la serie británica The End Of The F***ing World enfrentan pérdidas irreparables, hogares disfuncionales y una infancia/vida donde el hueco más evidente que los atraviesa es la ausencia de amor.
Para ellos el fin del mundo llegará en ocasiones múltiples se den cuenta o no, justo cómo nos pasa a nosotros. A veces, para ser versiones peores de sí mismos a alta velocidad, en otras, para ser mejores versiones de sí mismos. En cada fin del mundo, tenemos siempre ese riesgo.
La serie está basada en los mini cómics creados por Charles Forsman y su compilado se publicó como novela gráfica en el 2013. La serie de Netflix es graciosa de una manera inescapable, porque en los momentos más complejos y contrariados, lo humano no deja de tener capas que nos llevan por emociones múltiples y el humor se encuentra hasta en lo absurdo.
La serie trata de dos jóvenes que se escapan de casa. Allá van estilo Bonnie and Clyde, pero the end of the fucking world les espera. El primer season se convierte en la que será la metamorfosis de James, primordialmente.
James, el testigo del suicidio de su madre. James, el que mata animales y se enfrenta a la muerte una y otra vez. James, el que pone su mano en una freidora y carga con la cicatriz del dolor en el cuerpo. James no siente nada y reconoce que algo malo está pasando consigo mismo y quizás, su camino es matar. James el que mata, el que huye y el que se empieza a encontrarse a sí mismo.
Alyssa en cambio será víctima, sobreviviente, héroe, niña, mujer. Alyssa será las mil cosas en que nos convertimos y nos convierten las circunstancias a todas las mujeres en algún punto de la vida. Con suerte pasaremos por estos eventos tarde, tardísimo y con más herramientas en el baúl de nuestras experiencias.
Alyssa está sobreviviendo al igual que James el hueco de la ausencia de amor, el abandono y las agresiones del mundo ficcional que creó Forsman, que por las similitudes con lo peor del mundo de vida real hace que las partes oscuras de la serie se deslicen en nuestro inconsciente y permanezcan mucho después del corto episodio que acabas de ver.
Forsman escribió la historia en un momento en que pensaba tener un bloqueo de escritor, experimentando con pequeños mini cómics que no tenían ni siquiera, de un inicio, la intención de ser serie. El escritor confiesa que la muerte de su padre, paciente de cáncer, lo sumió en una depresión de años y algo de esas emociones están en la serie. La serie también explora los miedos de la adolescencia y las pérdidas que obligan a transicionar a la adultez. La historia amplifica emociones universales.
El nivel de poesía y filosofía en los diálogos de la serie, son inteligentes y provocadores. Si estabas buscando qué ver en octubre que fuese profundamente dark, esta es tu serie. Go for it!
Bonus:
1. Puedes escuchar una conversación sobre la primera temporada de esta serie en el episodio 13 del podcast: Ondas Nerdas.